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viernes, 30 de diciembre de 2011

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SER MADRE DURANTE LA MADUREZ

En tan sólo dos décadas, la edad de concepción de las mujeres ha aumentado de los 20 a los 33 años en nuestro país. Pero son muchas las mujeres que deciden esperar otros tantos años más, por razones que ellas, en soledad o en pareja, consideran válidas y merecedoras de esa larga espera. La edad hoy se prolonga incluso hasta poco antes de la llegada de la menopausia, algo que, hace años, parecía impensable.

Los expertos coinciden en que a medida que pasa el tiempo, las desventajas físicas para madre e hijo aumentan, así como aumenta el riesgo de complicaciones que pueden culminar en aborto. Pero no todo son problemas. Nosotros te desvelamos las ventajas que puedes tener si eres una madre madura.

Lo ideal, entre los 20 y 30 años

BebéDesde el punto de vista fisiológico, una mujer está en la edad plena y recomendada para ser madre en la década que discurre desde los 20 hasta los 30 años de edad pero, si es más cerca de los 20 que de los 30 mucho mejor.

Nuestros ovarios van produciendo óvulos desde antes de que nacemos. A la edad de 20 años sólo contamos con menos de la mitad de esos folículos que van a  permitir que se produzca un embarazo y de éstos, no todos son ya ‘jóvenes y fuertes’ para ser fecundados. Por lo tanto a medida que vamos cumpliendo años, los folículos empeoran a la par que disminuye su calidad.


Pero lo cierto es que ni nuestro ritmo de vida, caracterizado por el estrés y la dedicación casi exclusiva al trabajo , ni las convicciones y creencias actuales favorecen que los embarazos se den entre mujeres veinteañeras, en cambio sí en las que tienen o superan la treintena.

La sociedad laica y secularizada en la que vivimos y la tendente desaparición del matrimonio como institución religiosa a la que secunda tener hijos, sin tener en cuenta el momento económico de la pareja, son otros factores que influyen en los embarazos tardíos.

Lo real, entre los 30 y los 45

ManosA medida que la edad de la futura madre avanza, lo hacen con ella las posibilidades de enfermedad física y mental en su futuro bebé. Es un dato real pero que no tiene por qué ocurrir si se toman precauciones desde el primer momento en que se conoce la noticia del estado de la mujer.

Las visitas al ginecólogo y las revisiones periódicas son uno de los principales rasgos de la nueva vida como embarazada, pero si se trata de una mujer de 35 años en adelante, van a tornarse mucho más frecuentes y necesarias.


Hace décadas era casi inexistente que una mujer tuviera hijos a partir de los 40 años pero lo cierto es que, desde el punto de vista natural y genético, las probabilidades de quedarse embarazada, aunque disminuyen, existen hasta el momento en que viene la menopausia.

Si una mujer que roza los 50, sigue teniendo reglas, aunque irregulares, aún está a tiempo de tener hijos. Esta tendencia se está generalizando en los últimos años en Europa, sobre todo en los países nórdicos donde las familias mono parentales y las madres solteras y maduras crecen notablemente. Además, las técnicas de reproducción asistida están tomando cada vez más auge fuera y dentro de nuestro país.


Mujer Foto


Tu situación económica es mejor

Cuando una mujer se encuentra rozando los 40 años o va, irremediablemente, de camino al medio siglo de edad, las dudas y miedos ya no van a ser fruto del desarreglo hormonal que tiene debido al embarazo sino que, van a ser más reales y evidentes pues no se encuentra, fisiológicamente hablando, en la edad ideal de ser madre.

Lo más probable a esta edad es tener un trabajo fijo, o por lo menos estable, y que a consecuencia de ello, haya tenido tiempo para organizarse, ahorrar y en definitiva, gozar de una coyuntura económica beneficiosa para traer a un niño al mundo.

Se trata de una ventaja mucho más importante de lo que parece pues en ocasiones una u otra situación económica significa poder ofrecer al hijo una buena educación y que no sufra ningún tipo de carencia.

El hijo, suele ser más deseado y querido

Cuando se tiene un bebé a partir de los 40 años, casi con toda seguridad se trata de un hijo deseado. Lo normal es haber tomado precauciones previamente a que se produzca la concepción y dejar de poner barreras anticonceptivas porque la decisión está más que meditada.

Según los psicólogos, cuando la mujer alcanza su plena madurez, es decir, los 40 años en adelante, la mujer sabe lo que quiere y le conviene en cada momento, por lo que la llegada del niño al hogar, seguramente traiga consigo emociones positivas en detrimento de  cualquier emoción que pueda afectar negativamente a la madre (dudas, temor, inseguridad acerca de su futuro y nuevo rol).

No renuncias a otras etapas

ZapatillasCuidar de un hijo resulta una tarea complicada de la que no tenemos una idea real hasta que la vivimos en nuestras propias carnes. Los sacrificios se multiplican y las nuevas prioridades cambian de forma radical nuestro antiguo esquema de vida. Entre los cambios más evidentes está la ausencia de tiempo libre.

Algo, que a mujeres de todas las edades les suele compensar en muchas ocasiones pero que, si se trata de una madre madura, seguramente esta circunstancia le importe aún menos.

La sensación tan frecuente en muchos casos de madres jóevenes que les lleva a creer que 'se están perdiendo algo' o que han renunciado a su juventud por ser madres y dedicarse por entero a la familia, va a ser muy difícil que aparezca entre los 40 y 50 años, pues se trata de otra etapa mucho más tranquila y casera. De este modo, aquellas salidas nocturnas hasta la madrugada ahora se reducen a quedadas excepcionales.

Lo cierto es que ser madre durante la madurez implica una intensificación en el cuidado del embarazo así como de las pruebas médicas pertinentes pero no tiene por qué suponer una desventaja vital ya que actualmente la calidad y esperanza de vida son afortunadamente muy superiores a las existentes hace décadas y merece la pena disfrutar de todas y cada una de las etapas del ciclo vital.

Fuente: Padres.facilisimo.com
Foto de portada: Kids speaking up.

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