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jueves, 27 de septiembre de 2012

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FARINGITIS Y AMIGDALITIS.





¿Qué son la faringitis y la amigdalitis?

La faringitis y la amigdalitis son infecciones de la garganta que causan inflamación. Si afecta principalmente a las amígdalas, se denomina amigdalitis. Si afecta principalmente a la garganta, se denomina faringitis. Una persona también puede tener al mismo tiempo inflamación e infección de las amígdalas y la garganta. En este caso se llama faringoamigdalitis. Estas infecciones se diseminan por el contacto cercano entre las personas. Las infecciones bacterianas son más frecuentes durante el invierno. Las infecciones víricas son más frecuentes durante el verano y el otoño.

¿Qué causa la faringitis y la amigdalitis?

Existen muchas causas de las infecciones de la garganta. Las más frecuentes son las siguientes:
  • Virus - esta infección es la más frecuente en todos los grupos de edad, y puede incluir:
    o Adenovirus.
    o Virus de la influenza.
    o Virus de Epstein-Barr.
    o Virus del herpes simple.
  • Las bacterias.
    o Estreptococos beta-hemolíticos del grupo A (su sigla en inglés es GABHS)
    o Neisseria gonorrhoeae.
    o Haemophilus influenzae del tipo B.
    o Micoplasma.
  • Infecciones por hongos.
  • Infección por parásitos.
  • El humo del cigarrillo.
  • Otras causas.




¿Cuáles son los síntomas de la faringitis y la amigdalitis?

Los síntomas de la faringitis y la amigdalitis dependen en gran medida de la causa de la infección y de la persona afectada. En algunas personas, los síntomas aparecen rápidamente; en otras, la aparición se produce de forma lenta. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la faringitis y la amigdalitis. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:
  • Dolor de garganta.
  • Fiebre, que puede ser alta o baja.
  • Dolor de cabeza.
  • Disminución del apetito.
  • Malestar general.
  • Náusea.
  • Vómitos.
  • Dolor de estómago.
  • Dolor al tragar.
  • Enrojecimiento o supuración visibles en la garganta.
Los síntomas de la faringitis y la amigdalitis pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.


¿Cómo se diagnostican la faringitis y la amigdalitis?

En la mayoría de los casos, resulta difícil distinguir entre una infección vírica y una infección por estreptococos sólo con el examen físico. Sin embargo, es importante saber si la infección de garganta es debida al GABHS, ya que en este caso es necesario un tratamiento con antibióticos para evitar las complicaciones que puede producir dicha bacteria.
Por eso, cuando se tienen los síntomas anteriores, en la mayor parte de los casos se hace un examen de estreptococos (strep test) y un cultivo de faringe para determinar si el causante de la infección es el GABHS. Se suele hacer tomando una muestra de la garganta con un hisopo en el consultorio del médico.
Se pueden realizar los llamados "quick test" que detectan rápidamente los estreptococos. Si el resultado es positivo, se pueden empezar a tomar inmediatamente antibióticos contra el GABHS. Si es negativo, parte de la muestra de la garganta se utilizará para realizar un cultivo de faringe. El cultivo identificará, a los dos o tres días, si el GABHS está presente. Su médico decidirá el plan del tratamiento dependiendo de los resultados.



 

Tratamiento de la faringitis y la amigdalitis:

El tratamiento específico de la faringitis o la amigdalitis será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
  • Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
  • Qué tan avanzada está la condición.
  • La causa de la condición.
  • Su tolerancia a ciertos medicamentos, procedimientos o terapias.
  • Sus expectativas para la trayectoria de la condición.
  • Su opinión o preferencia.



Si el causante de la infección no es una bacteria, generalmente el tratamiento se centra en aliviar los síntomas. Los antibióticos no son de utilidad en las infecciones de garganta causadas por virus. El tratamiento puede incluir lo siguiente:
  • Ibuprofeno (para el dolor).
  • Aumento en el consumo de líquidos.
  • Tabletas para la garganta.
  • Antibióticos (si la causante de la infección es una bacteria, no un virus).

Fuente: Geosalud.
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UÑEROS: como tratarlos.




Rara es la persona que no ha sufrido en alguna ocasión un uñero o panadizo en los dedos de los pies o de las manos, algo que resulta muy molesto y que es muy doloroso, ya que se debe a que parte de la uña se nos clava, al crecer, en la carne y provoca una lesión, normalmente pequeña, pero que hace que veamos las estrellas con tan sólo rozarla.



La mejor forma de evitar los uñeros es ser cuidadosos a la hora de cortarnos las uñas, y no ahondar con el cortauñas en los bordes externos de la uña que se encuentran en contacto con la carne del dedo, para no “dificultarles el paso” en su crecimiento, que es cuando se nos clavan y nos provocan el uñero.



limon La botica de la abuela: Uñeros




Aunque nuestras abuelas siempre nos advertían por si había abierta una herida que pudiese escocer, y recomendaban meter el dedo dentro de un limón. Como lo leéis, hacerle un agujero a medio limón, rociarlo con una pizca de sal, y meter dentro el dedo con el uñero durante 25 minutos, e ir repitiéndolo a diario hasta que desapareciera. Mano de santo.



Otro remedio mucho más suave era colocar una cataplasma de cebolla cocida sobre el dedo afectado y mantenerlo así durante dos horas para que hiciera efecto. Eso sí, la cebolla, mejor tibia, ya que demasiado caliente no funcionaba igual de bien y, además, podría provocarnos alguna quemadura en esa zona tan sensible.



Finalmente, las claras de huevos también eran concebidas como un remedio eficaz contra los uñeros, ya que una clara batida al día sobre el panadizo servía para eliminarlo. La desventaja es que había que ser muy constantes.


Fuente:Laboticadelaabuela

miércoles, 5 de septiembre de 2012

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El riesgo de contraer toxoplasmosis en el embarazo


 
 
 
Luego de que se conociera el diagnóstico de esa enfermedad en la cantante Shakira, que cursa el cuarto mes de gestación, Infobae.com consultó a especialistas para conocer qué complicaciones puede generar la enfermedad infecciosa en el bebé.

Cuando aún no está formalmente confirmada la llegada al mundo de un hijo de la cantante Shakira y el futbolista Gerard Piqué, algunos medios se hicieron eco de la noticia que asegura que la colombiana padece toxoplasmosis y que su embarazo sería “de riesgo”.

Infobae.com consultó a especialistas en ginecología y obstetricia para saber más acerca de la enfermedad y sus consecuencias.

La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa causada por un parásito que se transmite por la ingesta de alimentos o agua contaminados”, explicó el doctor Roberto Yahni (MN 54523), especialista en ginecología y obstetricia.

“Es un tipo de zoonosis (enfermedad que se transmite de los animales al humano) que se transfiere mediante las heces de los gatos. El gato elimina unos huevitos del parásito en la materia fecal y el paciente se contagia por contacto”, agregó Rubén Lipowicz, médico especialista en ginecología y obstetricia (MN 84801), quien remarcó que la enfermedad se contrae “por la ingesta de alimentos contaminados que pudieron haber estado en contacto con la materia fecal del gato“.

Esto suele ocurrir con verduras, latas de conserva, frutas o botellas que permanecieron en algún depósito y luego, al no recibir los correctos hábitos higiénicos, pueden transmitir el parásito al ser humano y generar una infección parasitaria.

Yahni recalcó que “en el adulto no trae grandes consecuencias, pero puede complicarse si se contrae en el embarazo“.

“Si una mujer embarazada contrae toxoplasmosis se puede asociar a problemas importantes en el bebé, como aborto, parto prematuro, malformaciones”, detalló el especialista, a lo que Lipowicz agregó: “Lo que siempre aconsejamos es tener un diagnóstico preconcepcional porque lo que observamos es que casi el 50% tiene serología positiva para toxoplasmosis“.

Esto ocurre porque generalmente la mujer llega al embarazo “con los anticuerpos porque como se trata de una bacteria que se transmite tan fácilmente la mayoría de la población de una gran ciudad tiene toxoplasmosis positiva”.

“Muchas mujeres se asustan durante el embarazo si les da positivo toxoplasmosis, pero en realidad no sabemos si previo al embarazo ya la tenían positiva y tienen generados los anticuerpos. Por eso siempre inculcamos que se haga un correcto control prenatal”, insistió Lipowicz.

Y recalcó: “Si se constata que la paciente era negativa y se contagió la toxo durante el embarazo, la enfermedad puede cursar con síntomas o no y dependiendo en qué trimestre del embarazo la contrajo puede generar secuelas en muchos casos graves en el recién nacido. Los contagios muy tempranos normalmente se manifiesta con aborto espontáneo”.

Ahora, “si el contagio es más tardío –prosiguió- puede generar distintos grados de disfunciones en el recién nacido a veces visibles y a veces funcionales, fundamentalmente a nivel del sistema nervioso”.

Y aclaró: “Hay un abanico de posibilidades: desde que no le pase nada hasta estas secuelas más graves. En el medio existen antibióticos específicos que pueden suministrarse dependiendo en qué trimestre del embarazo y qué grado de severidad haya”.

Para llevar tranquilidad, Yahni destacó que “es muy poco factible contraer la toxoplasmosis durante el embarazo. Por eso se estudia a las embarazadas por trimestre cuando la tienen negativa para descartar infección nueva”.


La importancia de la prevención

“El consejo habitual es que la mujer tenga un buen diagnóstico preconcepcional para saber si tenía la serología previo a quedar embarazada”, destacaron los especialistas.

Y dado que no hay vacuna contra esta enfermedad, sugieren que la paciente con serología negativa trate de evitar durante el embarazo el consumo de alimentos crudos que no sepa cómo fueron higienizados.

El parásito de la toxoplasmosis es fácilmente eliminable con lavandina, vinagre, limón, agua y jabón. Por lo que los obstetras aconsejaron “higienizar bien los alimentos crudos para evitar riesgos” y aclararon que “las carnes deben estar bien cocidas para que no haya posibilidad de contagio”.
Tras asegurar que la higiene de las manos es fundamental siempre, recalcaron la importancia de tener precaución en la manipulación de los elementos de la cocina para no ocasionar contaminación cruzada entre carnes crudas y verduras.

Para finalizar, recomendaron que “si hay gatos en la casa sea otra persona la encargada de cambiar las piedritas en las que hacen sus necesidades y si la embarazada hace trabajos de jardinería debería hacerlo con guantes”.


Fuente: diariosalud.net